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Disfrutando de la marcha nórdica de Cangas a Liméns

Salimos del puerto de Cangas después de una estupenda travesía cruzando la Ría y disfrutando de su espléndida belleza.

Nada más comenzar la ruta destaca la presencia de la Zona Industrial Massó. Inaugurada en 1941 según el proyecto del arquitecto Tomás Bolívar, sobre 20 hectáreas de terreno y 1 km de litoral. Además de fábrica de conservas contaba con dos dársenas, varaderos, taller, sección de envases metálicos, una central eléctrica de emergencia, una factoría ballenera, una fábrica de hielo y otra de harinas de pescado.

Siguiendo por la costa encontramos la Laguna de A Congorza, situada dentro del Espacio Natural de Punta Balea. Este lago cuenta con una superficie de 1,7 hectáreas y en su entorno se encuentra actualmente catalogada una gran variedad de flora y fauna. Hablamos de 400 especies de plantas, 70 de insectos coleópteros y mariposas, 1 pescado (anguila de Laguna), 6 anfibios, 14 reptiles, 140 aves (de las que por lo menos 23 crían en la zona) y 20 mamíferos.

Areamilla es otro de los ecosistemas de dunas destacados de Cangas con 200m playeras, contando con dunas primarias, secundarias y terciarias. La vegetación dunar posee una serie de adaptaciones que les permiten desarrollarse con una escasa presencia de agua y altas temperaturas. En las playas se produce un contacto especial entre el medio marino y el terrestre. Cuando los fuertes temporales remueven la arena y desentierran la fauna marina sumergida, el oleaje del mar deposita en las playas especies oceánicas, arrastradas cientos de kilómetros por el viento. Junto con las algas marinas, que mediante la realización de la fotosíntesis transforman las substancias inorgánicas en materia orgánica, por lo que constituyen la base de las cadenas tróficas marinas, constituyen un recurso fundamental para mantener el resto de la cadena alimentaria proporcionando, por ejemplo, sustento a la pulga de arena que sirve de alimento a gran cantidad de aves marinas, especialmente las limícolas en migración.

Siguiendo el sendero encontramos grutas, dos cavidades creadas en el monte por la fuerza que ejerce el mar al romper contra la costa. El terreno cede, y se forman grutas o agujeros verticales desde los cuáles se puede oír el mar. Al lado de las mismas se sitúa un mirador con dos bancos para disfrutar de un merecido descanso y contemplar una fantástica panorámica de la Ría de Vigo.

Y al final nos encontramos la playa de Liméns, la principal de la ensenada con unos 310 metros de longitud por 25 metros de anchura media, rodeada de un complejo de dunas de 8,7 hectáreas conocido con el nombre de Frondoal. La playa tiene sus dunas estructuradas en cuatro capas o niveles en las que destaca el último nivel por su vegetación de Pinus pinaster, que conforma un pinar que proporciona la estabilización de las dunas. Este espacio natural contiene una flora y una fauna de gran importancia medio ambiental.

Aquí tomamos un descanso y enseguida volvemos por donde hemos venido, disfrutando otra vez de una ruta costera de enorme belleza paisajística.

Por supuesto, ¡¡VOLVEREMOS!!

Y no te olvides que el domingo 11 seguimos con más marcha.

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